Y a veces ocurre que pasas mucho tiempo con una persona, que le quieres mucho pero únicamente como amigo/a y piensas que jamás tendréis nada más allá de una amistad.
Pero llega un día que las cosas cambian, que le miras y sientes un cosquilleo en el estómago, sientes que nada es como antes y le empiezas a mirar de forma distinta. Y de pronto se acciona algo en ti que hace que no puedas dejar de pensar en esa persona, que cada noche sueñes con el/la, que cuando pasa un día estás deseando que llegue el siguiente solo para verle, y que cuando le miras no puedes evitar sonreír. Es en ese momento cuando te has enamorado...
Y a partir de ahí ya no hay vuelta atrás, ese sentimiento cada día crece más aunque no quieras, esa persona pasa a un nivel mayor en tu vida, empieza a ser tu vida. Sientes que si es feliz tú lo eres, si está triste tú te sientes triste, solo quieres abrazarle y pasar las horas y los días a su lado y cuando te mira sientes que el mundo se viene abajo y que no hay nada más.
Llega un día en el que te confiesa que el/la también te ama y ahí es cuando empieza lo mejor. Empieza ese tonteo que hace que seas feliz, sientes ganas de besarle pero no puedes hacerlo porque no sois nada más, hasta que un día todo eso queda atrás... Estás con esa persona y no necesitas nada más, eres feliz solo con eso.
Pasa el tiempo, y te dice que ya no quiere estar contigo, y se te viene el mundo encima, le echas de menos a cada segundo, te sientes mal por no haber aprovechado más el tiempo y sabes que la mejor opción es olvidarle, pero no puedes, no eres capaz, porque el/la sigue siendo tu vida...